Título: Fraternity
Autor: Juan Díaz Canales
Ilustrador: José Luis Munuera
Ilustrador: José Luis Munuera
Editorial: Astiberri
Número de páginas: 110
Primera edición: noviembre 2011
ISBN: 978-84-15163-37-4
Desde la noche de los tiempos, el hombre ha buscado sin éxito un modelo de sociedad perfecto. Robert McCorman, un rico idealista. cree que ha llegado el momento y funda la colonia de New Fraternity en pleno corazón de los Estados Unidos. Pero corren malos tiempos para la utopía, ya que el país se desangra en la fratricida guerra de Secesión (1861-1865).
Emilio, un niño salvaje recogido en el bosque y educado en la colonia, vivirá de primera mano los dramáticos acontecimientos que tendrán su punto álgido con la aparición en el bosque de una asombrosa criatura.
Edición integral en tapa dura de una obra de Díaz Canales, guionista también de la serie Blacksad, que cuenta en esta ocasión con José Luis Munuera en el apartado gráfico. El guión cuenta con varios temas muy interesantes que se presentan en menos de veinticinco páginas y que se irán desarrollando con maestría a lo largo de la obra.
En las primeras páginas vemos cómo durante una cacería un grupo de hombres se encuentra con un ciervo a medio comer y con un niño desnudo en el bosque. Uno de los hombres se le llevará consigo, a pesar de que otro quería matar al niño. La siguiente escena sucede en New Fraternity en 1863. Allí vemos la ciudad medio desierta y a un grupo de chavales cogiendo a ese mismo niño mientras estaba en el gallinero. Le perseguirán hasta la entrada al valle, donde se encuentran con Robert McCorman y desisten en su persecución. El anciano en cambio atravesará el laberinto para encontrar al joven y contarle unas anécdotas. Más tarde asistiremos a una reunión donde conoceremos el mal estado del pueblo, adelantado por esos planos done apenas había bullicio, con un hombre y una mujer hablando de ideales mientras que los demás lo hacen de dinero. Aunque un ser acecha en el bosque, lo primero en llegar al asentamiento será un grupo de hombres de raza negra, procedentes de la guerra, que dicen haber perdido a su líder. Serán aceptados a regañadientes por la mayoría en la colonia a cambio de que trabajen, aunque pronto tendrán problemas.
Como en anteriores obras de Juan Díaz Canales, sus guiones enganchan de comienzo a fin. Los temas presentados son muy profundos y llevan a una reflexión, tanto durante la lectura como tras concluirla. En el apartado gráfico destacarían las luces que crean ambientes de primeras horas del día y de penumbra, y los rostros, llenos de gran miedo en ocasiones clave. La fuerza del dibujo acompaña perfectamente la acción narrada y refuerza los momentos de tensión.
Como adelantamos, en esta obra tenemos varios temas interesantes y algunos de ellos son: lo utópico o real de tener un asentamiento neutral a la guerra y donde los bienes sean repartidos equitativamente, con un lugar para pensadores de ambos géneros, la avaricia de aquellos que no creen en el nuevo sistema y sólo buscan enriquecerse a cualquier costa, la guerra fraticida que asola al país, la deserción y la libertad, cómo educar a las nuevas generaciones, la incomprensión y miedo a lo desconocido, e incluso cómo el miedo lleva a los hombres a las mayores atrocidades con tal de escapar de su actual fortuna. Dejamos algunos temas importantes en el aire para no contaros demasiado sobre la obra y que disfrutéis menos de su lectura.
José Luis Munuera
En las primeras páginas vemos cómo durante una cacería un grupo de hombres se encuentra con un ciervo a medio comer y con un niño desnudo en el bosque. Uno de los hombres se le llevará consigo, a pesar de que otro quería matar al niño. La siguiente escena sucede en New Fraternity en 1863. Allí vemos la ciudad medio desierta y a un grupo de chavales cogiendo a ese mismo niño mientras estaba en el gallinero. Le perseguirán hasta la entrada al valle, donde se encuentran con Robert McCorman y desisten en su persecución. El anciano en cambio atravesará el laberinto para encontrar al joven y contarle unas anécdotas. Más tarde asistiremos a una reunión donde conoceremos el mal estado del pueblo, adelantado por esos planos done apenas había bullicio, con un hombre y una mujer hablando de ideales mientras que los demás lo hacen de dinero. Aunque un ser acecha en el bosque, lo primero en llegar al asentamiento será un grupo de hombres de raza negra, procedentes de la guerra, que dicen haber perdido a su líder. Serán aceptados a regañadientes por la mayoría en la colonia a cambio de que trabajen, aunque pronto tendrán problemas.Como en anteriores obras de Juan Díaz Canales, sus guiones enganchan de comienzo a fin. Los temas presentados son muy profundos y llevan a una reflexión, tanto durante la lectura como tras concluirla. En el apartado gráfico destacarían las luces que crean ambientes de primeras horas del día y de penumbra, y los rostros, llenos de gran miedo en ocasiones clave. La fuerza del dibujo acompaña perfectamente la acción narrada y refuerza los momentos de tensión.
Como adelantamos, en esta obra tenemos varios temas interesantes y algunos de ellos son: lo utópico o real de tener un asentamiento neutral a la guerra y donde los bienes sean repartidos equitativamente, con un lugar para pensadores de ambos géneros, la avaricia de aquellos que no creen en el nuevo sistema y sólo buscan enriquecerse a cualquier costa, la guerra fraticida que asola al país, la deserción y la libertad, cómo educar a las nuevas generaciones, la incomprensión y miedo a lo desconocido, e incluso cómo el miedo lleva a los hombres a las mayores atrocidades con tal de escapar de su actual fortuna. Dejamos algunos temas importantes en el aire para no contaros demasiado sobre la obra y que disfrutéis menos de su lectura.José Luis Munuera
Nacido en Lorca el 21 de abril de 1972, estudió Bellas Artes en Granada. Entre sus influencias se encuentran Astérix y Spirou y Fantasio. Su obra es para el mercado francés, con títulos como Le Potamoks, Merlin, Nävis o El juego de la Luna. Ha recibido premios como el Jeunesse del Festivals a BD à Sierre en 1999, el Premio Jeunesse de Bédély en 2006, el del Salón Internacional del Cómic de Barcelona en 2009 y el Grand Prix l'imaginarire en 2012.
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