"Of Hobbits: The Lord of the Rings"

Título: "Of Hobbits: The Lord of the Rings"
Autores: Noreen Hayes y Robert Renshaw
Editorial: Heldref en la revista Critique
Número: 9:2 (1967), p. 58.
Número de páginas: 9

Este fue uno de los artículos que fueron empleados en el breve trabajo sobre el manejo de fuentes bibliográficas para el curso de la biblioteca de formación de mi facultad.

El artículo comienza afirmando que El Señor de los Anillos es un cuento de hadas a pesar de no comenzar con "erase una vez" ni terminar con "y vivieron felices para siempre." La base de la cosmología de Tolkien es la mitología anglosajona y medieval y como prueba evidente tenemos las adaptaciones de los nombres de los personajes desde este tejido mitológico. El Señor de los Anillos es mucho más que una secuela de El Hobbit.


La Comarca es una región aislada donde viven los hobbits en paz y sus habitantes prefieren no interferir en las vidas de los demás seres de otras tierras, a pesar de todo, los eventos sucedidos en otras regiones de la Tierra Media sacuden la tranquilidad del lugar, aunque ellos no querían verse envueltos en problemas. Los hobbits quieren mantenerse como están o volver a estar a salvo, como al principio de su aventura. En cambio los aliados de los hobbits actúan por la amenaza de cambio, representada por las fuerzas de Sauron, que son malvadas y agresivas en sus esfuerzos por dominar toda la Tierra Media. Esto podría verse, en contra de la postura que defendía su propio autor, como un enfrentamiento alegórico del mal contra el bien, y aunque la Compañía del Anillo consigue el éxito, su lucha no crea un cambio fundamental en su mundo. Antes de atribuir las ideas de Tolkien a otros autores como Jung o el creador de Beowulf, tenemos que pararnos a pensar si son consistentes nuestras teorías de acuerdo a la investigación actual.

La psicología jungiana se basa en la interacción de los opuestos y en un individuo normal estos se eliminarían sintetizándolos. En el mundo de la Tierra Media podemos ver esta dualidad aunque sería una simplificación en exceso que llevaría a categorías vacías de significado. No  podemos decir que todos los personajes sean totalmente buenos o malos, salvo Sauron, sino una mezcla de ambos en diferentes proporciones. Dos ejemplos de estos matices serían Boromir cuando se ve tentado a conseguir el Anillo de Poder y Saruman cuando intenta usar el palantir de Sauron para su propio beneficio.

La acción "heroica" por parte de Gollum para destruir el anillo nace de la codicia de poseerlo y de esto podríamos extraer que el bien es incapaz de destruir al mal y que tiene que ser combatido por otra figura maligna. Sauron es derrotado por si mismo al haber concentrado El Ojo en asuntos más lejanos que la pareja de hobbits en su domino; esto se debe a su incapacidad para ver que los demás seres no tenían por qué ser malvados como él. Los buenos deben poseer también una parte mala para poder reaccionar ante el mal y ese conflicto interior es el que garantiza el éxito del portador del anillo, porque sino no habría emprendido la misión. Esto lo veríamos reflejado en la evolución del personaje de Frodo durante la historia. Frodo es muy humano: no destaca en nada y no buscaba la misión que le fue encomendada pero acepta su responsabilidad. Su triunfo es el triunfo del hombre corriente a pesar de las arrolladoras circunstancias. Podemos ver el carácter llano de esta raza en los cuatro hobbits de la Compañía y sus preocupaciones comunes. La nobleza de las otras razas que componen la Compañía del Anillo se presenta de diferentes maneras gracias a sus representantes: Aragorn es un líder, romántico y posee dotes de curación, Boromir es el hombre de acción, Gandalf es sabio, Legolas una criatura de la naturaleza y finalmente Gimli es el artesano y constructor del grupo.

Para los defensores de la postura dualista, existirían dos cuestiones clave en su interpretación: la presencia de la providencia y del determinismo en la obra. Algunos han querido usar como marco de referencia las creencias religiosas del profesor Tolkien para la lectura de sus obras, pudiendo así encajar ambos conceptos, pero existen otras posibilidades que no deberíamos obviar antes de adoptar cualquier postura sobre El Señor de los Anillos y las lecciones que nos ofrece esta saga de libros.

Según el relato la misión de la Compañía del Anillo merece la pena incluso si no existiese un dios supremo en este mundo o vida después de la muerte. No existe una referencia clara a ninguna deidad aunque en el apéndice nos encontramos con el siguiente pasaje: "But when Al-Pharazon set foot upon the shores of Aman the Blessed, the Valar laid down their Guardianship and called upon the One, and the world was changed." Estos hechos ocurren en una edad anterior y en ella existe un diluvio. Este punto sería la clave para la pregunta de la providencia para algunos pero no debemos confundir las implicaciones éticas con las religiosas. No encontramos evidencias que indiquen que se supiese que el viaje a Mordor iba a tener éxito y tampoco existen inspiraciones, revelaciones o fe salvo en ellos mismos. Es más, durante el concilio se debatió qué pasaría si fracasase la Compañía en su empresa, por lo que los personajes siguen adelante por necesidad más que por esperanza.

Los autores del artículo consideran el determinismo más probable aunque no exista una fuerza equivalente al Wyrd de Beowulf. Aun así la influencia de esta y obras similares en aspectos como la atmósfera, la trama o la caracterización es notable en El Señor de los Anillos. Si en vez de aplicar la psicología de Jung empleamos teorías de estímulo-respuesta de Pavlov o Thorndike podemos ver cómo es el entorno el que influye en las acciones de los personajes a lo largo de la historia.

Tenemos dos ejemplos claros los Jinetes negros de Sauron aterran hasta el punto de paralizar a sus oponentes y los efectos de usar el Anillo Único, por ejemplo en Frodo. El poder absoluto del Anillo convierte a su portador en su esclavo y lo va corrompiendo por su propia voluntad, no por una mancha que tuviese el individuo previamente. En este punto se alejaría de la idea de Pecado Original del cristianismo, y al destruirse el anillo siguen existiendo otros males en el mundo.

Como ya dijimos anteriormente, tampoco el mundo se puede clasificar como totalmente malvado y posee, al igual que sus personajes, parte buena y parte mala. Los hobbits viven cercanos a la naturaleza y la tragedia de la obra es que Frodo es incapaz de poder volver a las tierras que tanto ama ya que la búsqueda le ha cambiado, ha sufrido un condicionamiento ambiental. Este podría ser el punto de determinismo de la obra pero nuevamente sería una explicación demasiado simple ya que también los personajes son capaces de afectar a su entorno y estos siguen poseyendo libre albedrío.

Existen dos fuerzas en conflicto: la justicia y la piedad, siendo esta segunda la más poderosa. Por ejemplo, Frodo evita que Sam asesine varias veces a Gollum por piedad, al igual que más tarde sucederá con Saruman. No olvidemos que gracias a la piedad de Frodo, por ambos actos, se puede destruir el Anillo Único y se garantiza la paz de la Comarca.

Para finalizar se comenta que si bien algunos temas no son originales en la obra sí lo es la manera de presentarlos y que esto se debe a una poderosa imaginación. Y se invita a reflexionar sobre las experiencias presentadas en esta obra y una posible analogía con la historia humana y lo que dijeron los críticos en el pasado con lo que pueden decir nuestros contemporáneos sobre esta obra, con un marco de visión más amplio que las lecturas académicas

El artículo no sigue un esquema marcado como otros que veremos próximamente, ya que únicamente separa las ideas en párrafos y no en puntos que separen la temática de las cuestiones en ellos expuestas. El tema es interesante pero también puede resultar un poco denso al hablarse de psicólogos con los que puede que no estemos familiarizados y algunas teorías que puede que enfrentemos por primera vez. Echo en falta una bibliografía para complementar esas notas a pie de página que indican principalmente de dónde han salido algunos fragmentos e ideas, para redondear este ensayo.

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